MONREAL, MORENA Y LAS ENCUESTAS AMAÑADAS. Por Ricardo García Jiménez/APIM.
Este giro que ha hecho Morena y AMLO hacia la derecha pactando y perdonando al empresariado nacional y con diferentes sectores de la clase política, fue bajo el pretexto de apoyar a Peña Nieto y hacer un Acuerdo de Unidad Nacional con el fin de hacer frente a la “amenaza” que implica la actitud antimexicana de Donald Trump, esta coyuntura sirvió para que AMLO abriera la puerta de su franquicia a toda la ralea y cascajo que los otros partidos ya no toleraban en sus espacios. No es de extrañar esa actitud, ya que desde que se fundó Morena, los modestos comités municipales, estatales y federales, fueron copados por ex perredistas y organizaciones sociales que de manera masiva se posesionaron de las diferentes carteras. Su afán de muchos de esos nuevos militantes era buscar, en los distintos procesos electorales en los que ha participado Morena, la chamba tan deseada. Morena a través de su breve historia, ha caminado bajo una bandera democrática con un discurso nacionalista y aliancista, que difiere del duro discurso de la izquierda que hacen millones de mexicanos desde abajo, retorica con la cual sus diferentes cuadros han tratado de convencer a los ciudadanos que en su partido no existe gente corrupta, las fianzas son transparentes y la toma de decisiones en sus enredadas asambleas es democrática. Constante sus militantes recitan cual mantra que no mienten, no roban y no traicionan al pueblo ni a los suyos. Bueno eso dicen. La crisis que vive Morena. Todo lo anterior bien al caso para poder entender, por antonomasia, por qué en ese partido su líder y varios refugiados se han visto envueltos en una serie de escándalos que han comenzado con los casos más notorios de:
Los anteriores sucesos son sólo una muestra que los diferentes medios de comunicación han dado a conocer, donde se ponen entre dicho la solvencia moral del partido Morena y de varios de sus más destacados militantes. El caso Monreal. Por ejemplo, Ricardo Monreal Ávila, ex gobernador de Zacatecas y ex legislador federal, y ahora titular de la delegación Cuauhtémoc tiene una larga trayectoria política que inició en el PRI, pasó por el PRD, el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y ahora en Morena. Monreal es el clásico ejemplo del político chapulinero. En el PRI (1975 a 1998) desempeñó diferentes cargos, pero cuando Monreal quiso ser candidato del PRI a gobernador de Zacatecas en 1998, fue descartado por supuestos “nexos que su familia tenía con el crimen organizado”. En el PRD militó de 1998 a 2009, pero renunció a ese partido nuevamente por las sospechas que nuevamente ligan a su familia con el narco. En abril de 2009, el gobierno de Zacatecas, entonces a cargo de García Medina, difundió un spot sobre el aseguramiento de una supuesta narco bodega a uno de los hermanos Monreal, Cándido. Se difundieron imágenes de la bodega de chile, ubicada en Fresnillo, donde se habrían decomisado más de 14 toneladas de marihuana. Quien respondió fue otro de sus 15 hermanos, David Monreal, entonces presidente municipal de Fresnillo por el PT, quien admitió la propiedad de su hermano Cándido pero acusó al gobierno de sembrar la droga. Para septiembre de 2016, Monreal enfrentó uno de los señalamientos más directos luego de que Pedro Pablo de Antuñano, director jurídico y de gobierno en la delegación Cuauhtémoc fuera detenido con 600 mil pesos en efectivo. Pese a que De Antuñano afirmara que el tema del dinero en efectivo se trataba de un asunto personal y no laboral, la imagen del zacatecano se vio nuevamente afectada a tal grado que tras innumerables intentos por rescatar a su director jurídico, Monreal tuvo que pedirle la renuncia. Este caso deja entrever que en las filas del partido Morena es más valioso el capital político (cuantos votos pueden aportar) y económico (con cuánto le entra $$$) que traen acuestas personajes de negro pasado, carentes de todo compromiso social e ideología. El pragmatismo político del que han echado mano de una institucionalización programática. Pero cuando un obscuro personaje ya fue utilizado y utilizo para su beneficio, adquieren un estatus de incómodo para el propio partido y se te relega señalando: “Hay quienes se suben a un ladrillo y se marean, se echan a perder y no quieren ni saber de nosotros. Hay casos en donde el movimiento ha apoyado a que lleguen a gobernadores y antes de que cante el gallo, ya nos están traicionando”, señaló AMLO muy recientemente. La encuesta-gate. La pasada elección del candidato a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, entre los aspirantes Claudia Sheinbaum, Martí Batres, Ricardo Monreal y Mario Delgado, terminó cuestionada y complicada para el partido Morena, colocando en una situación peligrosa con miras para el proceso electoral del 2018. Desde el inicio del proceso, el método empleado para la elección de su candidato careció de todo rigor científico y analítico, ya que en la nota metodológica de dicho estudio publicado en internet, tomo en consideración un espacio muestral a partir de las 5,529 secciones electorales existentes en la Ciudad de México, y un lista nominal que contempla 7,365,533 de ciudadanos. Lo que no se define con claridad el documento es el criterio de proporcionalidad con que se eligieron las 110 secciones electorales, no hay en la nota la ecuación empleada para proporcionar el número de electores en cada sección. Al parecer lo que se realizó fue un simplemente muestreo a partir del tamaño de muestra de 7,365,533 ciudadanos, con una heterogeneidad del 50% con un margen de error del 3% y un nivel de confianza del 95%, obteniendo como resultado 1,067 individuos a encuestar que puedo ser calculado en calculadoras en internet, cifra muy cercana al número de encuestados que el cálculo del comité de morenos estimo de 1,320. Ahora bien si lo que se pretendía era realizar un cálculo mucho más preciso en la proporción estratificada por sección electoral se debió haber estimado la muestra a partir del siguiente procedimiento que damos por medio de un ejemplo ilustrativo básico: Ejemplo: Se elaboró un cuestionario que contemple 25 preguntas sujetas a la siguiente metodología de sondeo. Población sujeta a estudio: Residentes que habiten en una vivienda en la cabecera municipal de la Ciudad de Huajuapan de León, Oaxaca. Fecha de levantamiento: (Por determinar). Esquema de selección de muestra: Se tomó como marco muestral la Lista Nominal de Electores (LNE) del municipio de Huajuapan de León que registro a treinta y nueve mil doscientos veinte ocho (39,228) ciudadanos para el año 2016. De LNE se eligieron sólo 21 secciones electorales de un total de 32. Estas 21 secciones representan la zona urbana y cabecera del municipio, en ella se concentra el 82.48% de los votantes de todo el municipio que ascienden a treinta y dos mil trescientos cincuenta y seis ciudadanos (32,356), es decir, que 8 de cada 10 electores se concentran en la cabecera municipal. Estas secciones son las que integran nuestro universo de estudio (ver tabla 01). Tabla 01 PROPORCIÓN DE SECCIONES ELECTORALES EN LA CABECERA MUNICIPAL (URBANAS) Y EN AGENCIAS (RURALES) DEL MUNICIPIO DE HUAJUAPAN DE LEÓN, OAXACA, 2016.
Fuente: Elaboración propia con datos los resultados oficiales de la elección concejales del 2016, Oaxaca de Juárez.
Las secciones seleccionadas fueron de la 201 a la 221. Posteriormente se ubicó físicamente las calles de cada sección electoral. Enseguida se determinaron las viviendas a ser encuestadas eligiendo de forma terciada de ambos lados de la calle para la aplicación del instrumento de investigación. Tamaño de muestra: La muestra para este proyecto se determinó con el método de muestreo probabilístico para un universo finito. El tamaño de la muestra viene dado por la siguiente ecuación general. Donde: N= Lista nominal de electores, únicamente de la cabecera Municipal. Por lo tanto, el tamaño de la muestra fue de 589 personas, que corresponde también a la cantidad de cuestionarios que se aplicaran. Asimismo, el muestreo se estratificó bajo el siguiente procedimiento. La muestra se conjuntó a partir del número de estratos, que en este caso son las 21 secciones electorales pertenecientes a la cabecera municipal. En donde cada estrato de la población tiene Ni unidades, y la población total constó de: Una vez establecidos los estratos, se seleccionó una muestra aleatoria independiente en cada estrato, de tal manera que el tamaño de la muestra conjunta fue: Donde, ni es el tamaño de la muestra en el estrato i. Por lo tanto, la fijación para repartir el tamaño de la muestra estratificada en forma proporcional al tamaño o peso de los estratos de la población (secciones) fue dada por la siguiente ecuación: Donde: Observando la tabla 02 se obtiene la proporcionalidad por sección electoral. Tabla 02. DISTRIBUCIÓN CUESTIONARIOS APLICADOS POR SECCIÓN ELECTORAL EN LA CABECERA DEL MUNICIPIO DE HUAJUAPAN DE LEÓN, OAXACA, 2016.
Fuente: Elaboración propia con datos los resultados oficiales de la elección concejales del 2016 para el Estado Libre y Soberano de Oaxaca de Juárez. Como se puede observar en el ejemplo anterior, los 589 cuestionarios que se aplican para un listado nominal de 39,228 ciudadanos de este municipio mixteco es casi la mitad a los calculados (1,320 personas) para los 7,365,533 ciudadanos que integran la lista nominal de la Ciudad de México. Es decir, que los cálculos estimados por el equipo de Morena no son realmente representativos para un universo tan amplio como lo representa la CDMX. ¿Entonces, que hay atrás de los cálculos de una encuesta planteada así? Ahora bien, en la aplicación de las encuestas existen también trampas que pueden hacer que los resultados puedan sesgarse, por ejemplo, si el coordinador el equipo de encuestadores elige de manera arbitraria ciertas calles y casas que de ante mano se sabe pueden ser simpatizantes de uno u otro candidato, esto apuntalará que en el procesamiento de los resultados hay una clara inclinación de los mismos. En la nota metodológica de los resultados que presenta Morena no es claro el procedimiento de aplicación. Por lo cual, el proceso puede ser cuestionado. El Problema. Si el ganador resultaba ser el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, un importante sector de la militancia morenista ha estado amenazando con quitarle el voto a Andrés Manuel López Obrador rumbo al 2018. Por otro lado, si la ganadora resulta ser la delegada de Tlalpan Claudia Sheinbaum, bajo un proceso cuestionado, era previsible que el exgobernador de Zacatecas se quedaría inconforme, y en cualquier de los dos escenarios llevaría a Morena a este punto de clara fragmentación. El caso de Monreal muestra al típico político chapulinero que abandona el barco cuando los eventos no marcha a su favor, ya pasó cuando estuvo en el PRI, PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en todos esos momentos los resultados no salieron como él lo deseaba. Aunque en el discurso aseguraba no querer infringir daño alguno a las instituciones políticas, pero su proceder es otro. Ya que en lo declarado recientemente vuelve amagar al señalar: "No está en mis planes ser caballo de Troya ni hacer el juego a los adversarios de Andrés Manuel López Obrador", lanzó el amago. Ante el conflicto ya en ciernes que vive Morena, la dirigencia de ese partido decidió dar a conocer la encuesta, sin embargo, Monreal no está conforme, pues realmente existen elementos metodológicos y técnicos objetables. Ante ello el zacatecano dio dos opciones a la dirigencia nacional de Morena para reponer el procedimiento, una de ellas es una encuesta base con dos espejo y otra más es una consulta ciudadana. Y remató con una amenaza escondida: “… un total de cinco partidos ya se han acercado a mí, por lo que agradezco las invitaciones, pero me quedare en Morena. De ustedes depende” señaló. Conclusión. Como se puede observar, lo que menos existe en Morena son los procedimientos democráticos y trasparentes. No hay en los hechos, un conocimiento claro de cómo realizar encuetas que puedan zanjear la elección de sus candidatos. Más bien dichos instrumentos solo sirven para cubrir las apariencias de obscuras negociaciones e imposiciones de las tribus que los integran, costumbre que es arrastrada desde el PRD hacia Morena. El crecimiento de Morena ha sido por la apertura desmedida para que ingrese a ese instituto político todo tipo de ciudadanos y organizaciones que sin una ideología clara, sin principios básicos de un pensamiento crítico y de la lucha social, permitió que ese partido se haya convertido en el trampolín para los busca chambas. La llegada a las estructuras de dirección política de Morena por un grupo compacto de empresarios nacionales, han hechos que ese partido haya tenido virajes en su conducción que ponen entredicho que sea un partido de izquierda, aunque en el discurso evoquen la pluralidad y la alianza entre todas las estructuras sociales recordando a un pasado nacionalista, palabras que se encuentran alejadas de la retórica de la izquierda critica que ve desde abajo y habla desde abajo. El caso Monreal, es uno de tantos que existen al interior de Morena, personajes que con el amago y el chantaje, vienen a desplazar a los militantes fundadores de ese partido. Sólo se tiene representatividad y es tomado en cuenta, cuando se pertenece a una de las tantas corrientes que existen, pero sobre todo de aquellas que están más cercanas al liderazgo de AMLO. Los actuales dirigentes de este partido, a nivel nacional, estatal o municipal, han hecho de Morena feudos que tienden cercar sus espacios de interés que crea las inercias para la confrontación con otras expresiones que tratan de arrebatarles esos privilegios. Los diferentes escándalos que se han acontecido muy recientemente con algunos de sus cuadros visibles es muestra de ese vacío que implica el reconocimiento de los verdaderos liderazgos fincados en principios éticos, ideales de un pensamiento crítico, el dominio de conocimiento político y técnico de la realidad inmediata donde se interactúa, como también la verdadera convicción por una lucha social de los problemas más apremiantes de los sectores de abajo. El mejor remedio para acabar con todas esas anomalías es cortar la raíz, pero desafortunadamente la misma dirigencia de Morena esta permeada de personajes que traen a cuestas muchos de los problemas como los ya antes citados, por lo cual, resulta difícil un cambio verdadero si al interior de ese instituto político, no existen los contrapesos necesarios y la voluntad por cambiar.
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